Bebedores son

viernes, 14 de enero de 2011

Los ocasos

Mientras cruzaba la plaza miró distraídamente hacia arriba y vio jirones de nubes rojizas. Le encantaban esos colores que a él le parecían imposibles, como los de unos peces que recordaba de su visita a un acuario o las flores exóticas que había podido conocer y los ojos de algunas personas. Por supuesto los de Lucía. Ahora estaría ella extrañándolo, esperando su llamado que él haría apenas llegara a casa, solo para contarle que había llegado bien y decirle de nuevo cuanto la quería.
Estaba feliz. Apenas pensaba las cosas, solo se dejaba llevar por impulsos que le llegaban suavemente y así fue que abrió la puerta de su casa, saludó a su vecino, aquel hombre siempre un poco melancólico que lo saludaba con profunda amabilidad y caminó el largo pasillo hasta su departamento.
Allí no había nadie. Solo sus dos gatitos que se entusiasmaron al verlo y dieron escandalosas vueltas a su alrededor. Antes de ir al teléfono caminó a la cocina para llenar la pava y dejarla al fuego. Luego, fue a su cuarto y se sentó al borde de la cama, junto a su mesita de luz. Abrió el cajón y sacó de allí un revolver que cargó con naturalidad, envuelto en el mismo flujo de pensamientos sordos que lo arrastraban desde hacía un rato. Se acercó a una ventana y volvió a ver las nubes, ahora de un color rosado, que se disipaban tenuemente mientras finalizaba el ocaso. Apoyó el revolver a un costado de su cabeza, apretó las muelas y respiró fuertemente por la nariz.
Las últimas luces del día entraban al cuarto y se demoraban unos segundos más sobre el cuerpo tumbado en el piso hasta que por fin anocheció. Seguir leyendo

domingo, 12 de septiembre de 2010

Epílogos

Al final el Mediodía. Como un abrazo debajo de las sábanas, como el sabor de la fruta humana, como una estrella secando los pétalos de un jardín, como la mirada insomne golpeando contra el techo.

Y antes de que se empiece a sentir, la Medianoche. Como incendiar lo que estabas a punto de escribir, como mirar la ventana de tu habitación por donde respira la ciudad, como recordar a un desconocido, como abrazarla e inexplicablemente terminar debajo de unas sábanas. Seguir leyendo

viernes, 10 de septiembre de 2010

Intento numerado número uno de poesía, en este caso de amor

No le alcanza caer,
llega al suelo y
vuelve a ascender.

Neblina en el tiempo
viaja, se perfila
baila con el viento

y baja por tu frente,
el cuello, el pecho,
las piernas heladas,
se estremece tu vientre.

Se deslizan por tu cuerpo,
ese desnudo y abrigado cuerpo,
las gotas de la lluvia,
de la lluvia de mis besos. Seguir leyendo

viernes, 6 de agosto de 2010

Bien venidos

-No, ven
......
Ya se que te atemoriza viajar en container por la ciudad
-Ellos no ven
-Si, ven
....es como viajar a oscuras con adrenalina pura,
asi es que ven, subete
-Es que no ven!
-si es que no ven, nos dirían algo, ¿no te parece?
dale, ven, y haz de cuenta que no ves
......
-Bien, ve tu ahora
-mi ahora me lo impide
-no es hora de pedir
-será alahora que me pichen Seguir leyendo
“Hoy caminaba por la calle y encontré un agujerito. me pregunté sobre su profundidad, pero me di cuenta que en vez de hacerme planteos anatómicos, estaría más bueno aniquilar a los que piensen como los del ku klux klan, ellos si que viven en plena superficie...
Entonces entre y me encontré con otro mundo, pero no el distinto con gente que nunca vio el Sol y no conoce los ríos, uno mejor, superior, sublime...
Un lugar llamado codolandia. La entrada consta de dos caminos: el podrido y el higiénico. En este mundo, los puercos, elefantes y perros van hacia el horizonte limpio; las damiselas, los condes, los ingleses fanáticos del té de la cinco, las orquestas filarmónicas, etc. etc. van rumbo a lo "Dirty"
Y aquí mismo, ¡OH, queridísimo lector! Reside lo que todos y cada uno de nosotros le teme a: lo misterioso. El misterio de este submundo es inconmensurable, inagotable, inalcanzable. Un día me contaron que la gastroenteritis aguda se logra comiendo brócoli en mal estado.
Por lo que, sus dudas, quedaran ciertamente viciadas de seguridad. Hemos aquí nosotros, humildes científicos codo-code-dependientes (Sisis las tres cosas por si solas se nutren de sentido) la respuesta a sus más desquiciadas incertidumbres, he aquí la confirmación de lo que más carcome sus intereses, he aquí la primicia más escalofriante del mundo: EL CHIMICHURRI TE HACE FERTIL A TENER FRATULENCIAS DE COLORES.
Entonces, entre el público, aparece una cara amorfa, tímidamente, abre su asquerosa bocota y pregunta: -¿cómo es posible que Alderete come estiercol de su propia granja?-, a lo que el Sr. Sabelotodo respondiole:
una vez mas, almirantes míos, tenemos la respuesta a sus incomodas ideas locas y por cierto, ratatopas. Alderete, de no haber sido el amigo de nuestro ya difunto compañero Olorete, no se hubiese deleitado nunca jamás en su salchicha vida con estiércol de su granja. En lo que su fama respecta, sabemos que nunca ha podido despegarse de su madre, según Freud, la madre es estiércol y la desea tanto a su progenitora, q siente deseos de comérsela. El chico sin forma abrió bien grande sus ojitos y dijo creer tener embarazos psicológicos con una fotografía de Flavia palmiero. Sin embargo, se tiró a un pozo. Caía la noche, chocaba los cinco con el día, y el mundo se iba haciendo más y más siniestro. Siniestras le parecen ser las cosas al lector cuando se acerca a lo extraño pero no a lo ajeno. Cuando nuestro querido lector se acerca a su propia personalidad y no ve las cosas mas que reflejadas por su espejo interior, ahí, queridos oyentes, el lector dramatiza, quiere vivir en una película, quiere dormir con lo siniestro y despertar con la luz, prefiere la noche antes q el día.. prefiere verse a él mismo.... pero lo mas deslumbrante es que el mundo se va haciendo mas y mas siniestro, porque el pobre ser amorfo, dudoso e inquietante, se tiro a un pozo, pero no a cualquier pozo, sino a nuestro querido agujero del principio. Y es aquí en donde el circulo nos condena con sus maravillas. ¿Es, acaso, siniestro que todo termina como empieza y empieza como termina? Claro que no, es familiar, sí, pero no siniestro. Horribles criaturas de vaya uno saber qué Dios, algún día sus asquerosas mentes se darán cuenta de como funciona este injusto mundo. Caminando por aire me encontré con un lindo montón de ideas sobre como asesinar a todos ustedes y hacerlos feliz. Vi también como un ciego cortaba las rosas y suaves mejillas de una niña con sus uñas afiladas previamente, y como un hombre borracho malgastaba su tiempo rezando y pidiendo monedas para volver a ahogar sus penas en culos de botellas. ¿Es qué no entienden!?!? ¿Realmente no ven el mensaje de esta vida!?
hey, Cholo, con eso tu te refieres y te remites, una vez más querido psicópata, a nuestro ya difunto y diplomático Freud? Hey, acaso ya todos están muertos. Porque eso parece, tienes razón makako, la vida no tiene ningún mensaje y si lo tuviese, ¿cómo seria exactamente la forma en que lo recibimos? ¿No es todo un mar desierto, penetrante e incoherente? ¿no has pensado alguna vez q tu propia vida te asfixia y que, brevemente, moriremos todos?¿que ya nos cansaremos de burdeles y de sentimentalismo, q ya nos cansaremos de luchar contra el amarillismo, que ya no habrán salidas al conformismo...que no se podrá parar al capitalismo, que la vida no es mas que una suma de fetiches absurdos e insípidos...desganados en pena... luchadores de la injusticia, patriotas del dolor????....faroles de la muerte!
Yo creo que tenemos que dejar de tomar tan enserio las ganzadas que dice Freud. Nosotros, las mentes enfermizas, somos el futuro de la psicología, filosofía, proctología y cirujía. Demosle un fin, ¡digamos sí a esta revolución invisible! ¡SÍ! Y puuuuuuum (TIRO EN LA SIEN)




--------- este texto locuaz es producto de un "frase vos, frase yo, frase vos, frase yo" hecho con una gran amiga mia, quería compartirlo, ya que fue un gran hallazgo de minutos antes de estar escribien doles---------------- Seguir leyendo

Antifaces

No me digas la verdad, duele
No me culpes de tu desnutrición mental, me eleva malvadamente
No poses para mí, mi termómetro corporal aumenta considerablemente
Vestíte, porque no puedo llegar a ver tu superficialidad.
Aunque me mires con frivolidad, quiero convertirte en lo que no sos y quiero mirar lo que no vas a llegar a ser.
Podrás creer que la luz la estás por alcanzar, pero son solo alusiones matemáticas, verdaderas ilusiones asintóticas. Yo dibujo eso, yo le pongo piel y lo maquillo para hacerlo aún más irreal.
No es por mi locura que lucís tan vacío y translúcido, es por tu reflejo inexistente, interpretado por esa absurda capacidad de creer en lo que está, en lo que será, en lo que vendrá después de eso que está aca.
No me mires
No me dejes de hablar
Pero, espera, tampoco lo pronuncies.
Declaráme silencio irremediable, miráme sin los ojos, tocame abstractamente Seguir leyendo

A nadie con nombre

Que antes de nacer, sepas que la muerte está detrás de tuyo. Que al desear con ansias tu fin, te encuentres eternamente inmortal. Que te divorcies con la vida celestial y te cases con el infierno. Que tus virtudes se hallen invisibles ante los ojos del otro, jugando a las escondidas con tus intentos, y que te persigan tus defectos. Que tu paranoia insistente te carcoma la tranquilidad y que tus deseos nunca se puedan materializar. Que vivas en tus pesadillas. Que la fantasía no exista en tus limitaciones. Que te hagas miles de preguntas que jamás puedas contestar. Que no le veas sentido a la filosofía y que tu cuerpo no te despierte curiosidad alguna. Que vivas en un mundo incoherente. Que tus genes jamás se transmitan. Que nunca hayas podido disfrutar de la serena soledad. Que nunca encuentres la paz. Que nunca hayas sido un niño. Que nunca hayas pasado por la inocencia. Que intentando buscar la felicidad, la satisfacción te de la espalda. Que cada vez que despiertes sientas la sensación de caída constante. Que te sientas apresado al fuego y te queme los pensamientos. Que de tanto hablar, te quedes sordo. Que de tanto escuchar, te quedes ciego, que de tanto observar, te quedes frío y que de tanto sentir, te quedes mudo. Que tus objetivos los veas en una mira inalcanzable, que nada puedas lograr en la vida; que la misma sea lenta y sufrida, sin sentido, Que tus palabras sean mas rápidas que la razón. Que al mirar tu reflejo te veas desaparecido. Que a cada punto donde hayas llegado te parezca el mismo punto de partida. Que no tengas progresos. Que despiertes y sientas un prematuro alivio al pensar que todo fue una pesadilla, pero que inmediato te des cuenta que no era más que tu trágica realidad.

(adaptación libre de “La maldición” de Girondo) Seguir leyendo